Cuando el ingreso es fijo y limitado —como en el caso de muchos trabajadores del gobierno—, cada peso cuenta. Pero incluso con buena intención, hay errores comunes que pueden afectar nuestras finanzas sin que nos demos cuenta. Lo bueno es que, una vez identificados, se pueden evitar.
Uno de los errores más frecuentes es “vivir sin presupuesto”. No saber exactamente en qué se va tu dinero cada quincena hace que gastes más de lo necesario o que no detectes fugas pequeñas que, sumadas, hacen un boquete. Anotar tus gastos, aunque sea en una libreta o en una app sencilla, puede abrirte los ojos y ayudarte a tomar mejores decisiones.
Otro error muy común es “usar el crédito como extensión del sueldo”, en lugar de verlo como una herramienta estratégica. Si cada mes dependes de la tarjeta o del préstamo informal para completar la quincena, es hora de hacer un alto y reestructurar. El crédito no debería ser un salvavidas constante, sino un impulso bien planeado.
También está el hábito de “no ahorrar “porque no alcanza”. Y sí, puede parecer difícil ahorrar cuando apenas ajusta. Pero incluso apartar 50 o 100 pesos por quincena crea el hábito y genera un colchón que puede salvarte en emergencias. Esperar a que “sobre” dinero para ahorrar casi nunca funciona.
Por último, un error silencioso es “no pedir ayuda o asesoría cuando la necesitas”. Manejar las finanzas no es sencillo, y nadie nos enseña cómo hacerlo. Por eso, tener un aliado que te explique tus opciones, revise tu situación y te ayude a tomar decisiones responsables puede cambiar completamente tu panorama.
En Credenz entendemos lo que significa trabajar con un ingreso fijo. Por eso ofrecemos préstamos con descuento vía nómina y acompañamiento personalizado para que el crédito sea una solución, no un problema. Si sientes que no estás logrando avanzar, acércate. Hay formas más sanas y seguras de organizarte.
Acércate a Credenz y conoce tus opciones sin compromiso. A veces, el primer paso para salir adelante es simplemente pedir apoyo.